Mi compañero, el hombre que me hizo mujer, el que me convirtió en mamá y descubre en mí cosas que ni yo creo tener. Él me banca en cada decisión aunque no opine igual que yo, nunca me suelta la mano.
Un PADRE excepcional, amoroso y detallista.
Él seca mis lagrimas y sonríe ante mi alegría. Proyecta su vida a mi lado y nunca toma una decisión a la ligera, por que sabe que cada paso hay que darlo en familia.
Él el que camina tomado mi mano hace casi 12 años es el hombre con el que deseo envejecer.
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