El vestido de novia de Meghan Markle con el que caminó hacia el altar fue muy elogiado. Estaba hecho de seda, tenía cuello bote, el velo hasta la cintura en el frente y una cola bastante larga. El diseño estuvo a cargo de Clare Waight Keller, directora artística de la casa de alta costura francesa Givenchy. Se calcula que el vestido costó unos 100 mil dólares, que pagó la actriz.
A la izquierda, vestido vintage de Hubert de Givenchy (1967). A la derecha, el diseño de Meghan
El vestido, de color off white, se destacó por sus líneas sencillas. Sobrio y moderno, sin bordados. El velo y la larguísima cola le aportaron vuelo y la cuota de glamour. También la imponente tiara de diamantes que es parte de la colección del joyero real y perteneció a la reina María.
Tiara de diamantes
El velo medía cinco metros de largo y estaba confeccionado con tul de seda. Sobre él aparecían flores bordadas a mano en representación de la flora típica de las 53 naciones de la Commonwealth.
Velo de cinco metros
Flores bordadas a mano sobre el velo
Luego de la ceremonia, y el paseo nupcial por las calles de Londres en carruaje Ascot - Landau (uno de los cinco que descansan en las Caballerizas Reales), hubo una recepción en el Castillo de Windsor, donde asistieron 600 personas.
Salida de la ceremonia
En el carruaje
Más tarde se desplazaron hasta Frogmore House para disfrutar de una velada más íntima. Lo hicieron en un vehículo que se llevó todas las miradas: un Jaguar E-Type Concept Zero descapotable color azul plateado, que data de 1968.
Jaguar descapotable
Al igual que Kate Middleton el día de su casamiento con el príncipe William, Meghan se cambió el vestido y eligió un outfit menos tradicional: descontracturado y moderno. Como segundo vestido de novia ha elegido un diseño de la británica Stella McCartney de corte largo y blanco inmaculado, está hecho en crêpe de seda. En cuanto al escote, ha elegido una combinación original de escote halter y espalda descubierta. Completa el look unos stilettos de Aquazurra en nude realizados en satén, con suelas de color azul. El peinado también se ha aligerado y para la recepción, la novia ha optado por un recogido mucho más informal, que ha realizado el estilista George Northwood.
El príncipe Harry para la ceremonia lució un elegante traje militar oscuro, con guantes blancos y los uniformes de gala con levita del regimiento de caballería real Blues and Royals. Para el festejo nocturno prefirió un smoking negro, camisa blanca y pajarita negra.
Segundo cambio de los novios