Materiales:
frascos de vidrio (de dulce, de aceitunas etc.)
palillos de pintura que brilla en la oscuridad (uno por frasco) (se pueden usar los que sobran de las fiestas)
guantes de plástico para proteger nuestras manos
tijeras
un pedazo de tul viejo..
Otra forma de hacerlos es con pintura brillante, en vez de los palillos, necesitás:
- Pintura brillante especial (se consigue en librerías artísticas)
- Un pincel
- Agua
Procedimiento:
Mezclá la pintura brillante removiendo con el pincel hasta que las partículas se vayan disolviendo poco a poco. Recomiendo usar guantes nuevamente y ropa vieja para no mancharte.
Ahora aplicá la pintura con el pincel en el interior del frasco, haciendo puntitos. Cuantos más puntitos hagas, más brillará el frasco en la oscuridad, así que para conseguir un efecto óptimo tenés que pintar el tarro entero por dentro. Puede que te lleve un buen rato, pero vale la pena!
De día esta pintura no presenta nada especial, pero cuando la veas en la oscuridad te vas a llevar una sorpresa. Ponela unos minutos junto a una bombilla encendida y después apagá la luz. ¡Vas a ver un resplandor precioso!
apagá la luz. ¡Vas a ver un resplandor precioso!