La mejor forma de combinar elementos, texturas y colores para una recepción campestre.
A la hora de vestir la mesa de boda al estilo rústico existen algunos elementos que no puedes olvidar. Las mesas adecuadas son las rectangulares largas y de madera, que permiten ubicar a 6 invitados o más.
Puedes utilizar sillas de madera (iguales o diferentes), bancos alargados, fardos de paja y otros elementos de campo para mantener cómodos a los invitados.
Los manteles deben ser blancos, lisos o combinados con encaje. Algunos complementos de mesa como porta cubiertos, manteles individuales, caminos de mesa, entre otros, pueden elaborarse con encaje o tela arpillera. Las servilletas por lo general son blancas, aunque está permitido incluir las de otros colores o de sutiles estampados florales.
Las paneras, fuentes y bandejas pueden ser de madera o metal. El resto de la vajilla generalmente es de porcelana (o material similar) blanca, pero hay excepciones.
Hay adornos antiguos y robustos de metal, como farolas, candelabros y otros artefactos que lucen maravillosos como piezas principales de los centros de mesa. También son muy utilizados los cajones de madera a modo de masetas y los jarrones de vidrio como floreros. Las velas blancas complementan muy bien el conjunto.
Pueden utilizarse flores silvestres como complemento de especies clásicas o en forma exclusiva. Otras hierbas, hojas y elementos naturales como trozos de panales de abeja, pidras o pequeños nidos de paja lucen muy originales y bellos en este tipo de decoración.
Los panes, mermeladas, quesos y otras delicias de campo no pueden faltar durante el almuerzo o cena y en la sobremesa.
Los barriles, mesas pequeñas y otros elementos de jardín permiten sustento adicional para postres y bebidas.