Qué difícil tener algo claro en este contexto, no? Estoy total y absolutamente en cualquiera así que voy a escribir unas cuantas cosas a ver si pongo los pies en la tierra.
Casamiento y pandemia
Mi fecha de casamiento es el 24 de octubre. ¿Me importa que sea en esa fecha, posponerlo, cancelarlo? NO. Sólo me importa que estamos poniendo una banda de guita y no quisiera que fuese de puro gusto, así que decidí salir un rato de las nubes, y acordarme que tengo una encargada de salón y catering, y llamarla.
Bueno, si yo soy negadora, ella es negadora y media. Acá van los highlites de la conversación con la buena mujer:
-Los rumores dicen que en octubre empiezan las fiestas con protocolo. Los rumores no dicen cómo es el protocolo. Nombró al voleo: cabina sanitizante, alcohol en gel, mascarilla, control de temperatura. (Estoy hablando del sur de la provincia de Santa Fe, localidades sin casos positivos).
¿Hasta dónde estoy dispuesta a ceder en un protocolo? No voy a casarme con barbijo ni a hacer una fiesta sin baile. Todo lo demás dale que va.
-“Bueno fulanita, fenómeno, dale que nos casamos en octubre, pero fijate que el salón tiene capacidad para 200 invitados y nosotros tenemos 190, vosss decissss que te habilitan una fiesta taaaan al límite de la capacidad del espacio?”.
Acá me propuso que si no era posible la fiesta por ese motivo, me ofrecía cambiarme a otro salón que administra, con capacidad para 400 personas. Ahí sí hacemos lo que queremos, nos sentamos uno en cada punta y nos revoleamos el salero si hace falta. Debo decir que yo amaba caprichosamente el salón que elegí (pueden ver debate al respecto), pero a esta altura de la vida ya me da lo mismo. El de 400 personas no es tan hippie como yo soñaba pero sigue siendo nuestra onda y tiene parque, que es lo que más me importaba.
-“Che, pequeño detalle, nosotros estamos en Río Negro, si no nos habilitan un bondi o un avión medio que van a festejar sin los novios jeje”. Teniendo esto en cuenta me propuso reservar ya una fecha el año próximo, tanto por si no podemos viajar, como por si no nos convencen los protocolos, como por si se nos chifla el moño. O sea, si queremos, ya mismo postergamos. Elegimos el 27 de febrero de 2021 como nueva fecha. No nos cobra ningún adicional por el cambio.
¿Y nosotros que pensamos de todo esto? Honestamente, me parece que nuestra proveedora es una divina que nos está solucionando la vida. Tal vez sería lo más lógico pasar el casamiento directamente a febrero y dejar de cortar clavos con octubre, pero en el caso de que se pueda festejar sin tanto bardo, también significaría menos pérdida para ella mantener la fecha original. Me dijo que en agosto nos confirmaba si arrancaba o no, y que vayamos charlando estas posibilidades con los invitados. Teniendo en cuenta todas las alternativas que nos está dando, queremos esperarla, así tengamos que apurar los preparativos los últimos dos meses. Sino, será más adelante.
Aaaah que relajada Paulita, debe tener todo re cocinado y está tranca palanca esperando que pasen los días… NO. NO LES PUEDO EXPLICAR LO EN PELOTAS QUE ESTOY. TODO LO QUE ME FALTA. IBA A ESCRIBIRLO ACÁ ABAJO PERO ME DA PÁNICO LEERLO.
Todas las cosas importantes de la vida las hice corriendo a último momento, para que privarme de la adrenalina en esta ocasión?
Abrazo a todas y que estén bien!!
PD: NI AHI QUE ME TENGO FE, CADA VEINTE MINUTOS PIENSO QUE NO NOS CASAMOS EN OCTUBRE NI NUNCA JAMÁS Y VAMOS A ESTAR CONDENADOS A VIVIR PARA SIEMPRE HACIENDO REUNIONES DE DIEZ PERSONAS A DOS METROS DE DISTANCIA