En esta ocasión lo que hay en la mesa nupcial es una caja de madera con una botella de vino (o lo que se quiera), dos copas y alguna tarjeta. En la celebración de la ceremonia los novios escriben una carta, meten alguna fotografía de ellos dos y cierran la tapa con clavos con la intención de volver a abrirla en próximos aniversarios (al año, a los cinco años…). Así “renuevan” el compromiso que adquirieron el día de la boda y juntos recordarán el momento de la ceremonia que les unió.
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