Las bodas militares son extremadamente formales, situación que les imprime su carácter de únicas. Ver a un hombre o mujer enfundados en su uniforme militar nos habla del gran amor que éste le profesa a la Patria y eso es digno de toda admiración. Si tu prometido se encuentra en esta loable profesión, lo primero será platicarlo con el sacerdote que oficiará su misa para acordar ciertos detalles que entrarán dentro del protocolo de la celebración religiosa.
Las bodas militares tienen sus peculiaridades, entre ellas el uso del uniforme de gala de parte del novio y sus invitados, así como el arco de espadas a la salida del templo y la hora de partir el pastel. Veamos los detalles.
El vestuario
- Oficial: para el uniforme de gala en la noche se utiliza la corbata blanca de civil y sacoleva. Para el uniforme de media gala se utiliza el traje de corbata negra.
- Si la mujer es quien se casa ésta puede vestir o bien su uniforme militar o el tradicional traje de novia.
- Los oficiales que utilizan sable o espada deben llevar también guantes blancos.
- Sargento o cabo: se utiliza el uniforme del Ejército tanto para bodas formales como para informales.
- Invitados militares: pueden asistir a la boda en uniforme si así lo desean.
- Sin importar su rango, el hombre no debe nunca usar boutonnier con el uniforme.
El arco de espadas
La boda militar es exactamente igual a cualquier otra, a excepción de la salida de los novios, momento en que ambos salen bajo un espectacular arco de sables (para el Ejército y Fuerza Aérea) o de espadas (para la Armada). Una vez que se termina la ceremonia, los portadores de los sables se acomodan en fila en uno de los lados del recinto.
Para las bodas del Ejército y Fuerza Aérea, a la orden del portador del sable de mayor rango, los demás portadores dan medio giro, se mueven hacia el ala del centro, en parejas, y se detienen antes de la primera fila de las bancas. Al comando: “¡Mirando al centro!”, giran nuevamente formando dos líneas que se miran de frente. Luego al comando: “¡Sables en arco!”, los oficiales levantan los sables con el brazo derecho y la punta hacia arriba hasta tocar cada uno el sable del lado opuesto. Los novios emprenden su salida al sonar la pieza musical elegida, pasando por debajo del arco. A la salida del arco de los novios, los oficiales reciben las órdenes: “¡Carguen sables!”, “¡Vuelta atrás!” y “¡Marcha adelante!”, mediante las cuales avanzan hacia la salida de la capilla para formar un nuevo arco.
Fotografía: elizabethannedesigns.com
Para la Armada el acto es prácticamente el mismo, a excepción de que al comando: “¡Oficiales, saquen sus espadas!”, estos sacan las espadas de sus fundas en un movimiento continuo y, con gracia, las levantan para tocarse en la punta con cada espada del lado opuesto. Luego, al comando “¡Inviertan espadas!”, con un giro de la muñeca dan la vuelta a las espadas de modo que la punta quede hacia arriba.
Una vez que la pareja ha pasado por el segundo arco, el Comandante del Escuadrón da la orden “¡Guarden espadas!”, ante la cual los oficiales las regresan a sus fundas. Sólo la pareja de casados puede pasar por debajo del arco. El acto y marcha de salida continúan hasta que los oficiales han salido de la capilla.
Según las costumbres del país, la ceremonia descrita anteriormente puede ser realizada afuera del templo, en el atrio, para no interferir con la ceremonia.
Si la novia es civil, se hace un último acto: pasan los novios por debajo del arco, dos oficiales al final de éste bajan sus sables o espadas y detienen a la pareja momentáneamente. El oficial de la derecha toca suavemente a la novia por detrás con su sable o espada y le dice “Bienvenida al Ejército” (o a la rama de servicio en cuestión).
En la recepción, la pareja corta el pastel con un sable o espada. Además de usarse flores u otros elementos para la decoración, ésta generalmente incluye la bandera del país y la de la unidad militar.
Impresionante, ¿cierto? Así que ya lo sabes, si te gustaría vivir esta bella tradición, platícalo con tu prometido para que él comience a realizar los preparativos necesarios. ¡Felicidades!