Hola bellas! Leí esto por curiosidad y se los comprarto. POR SUERTE LAS COSAS CAMBIAN! EVOLUCIONAN!
Como imaginarán, los padres de los novios eran los que invitaban, no los jóvenes. Las familias de los novios enviaban por separado la invitación a sus relaciones, aunque coincidieran. Es decir que los matrimonios conocidos en común recibían 2 tarjetas, una por cada familia.
La invitación participaba el enlace que se contraería, e invitaba a presenciarlo (al final, un ejemplo del texto).
En el caso de la novia, invitaban los padres o hermano mayor, siguiendo en orden al que le correspondía el título de jefe de la familia.
Si el novio no tenía padres, invitaba él mismo. Pero además, el novio invitaba por separado a sus relaciones y cuando éstas eran comunes con sus padres, invitaban los dos, enviando una invitación cada uno.
Si al enlace seguía una recepción o baile, podía invitarse conjuntamente. En cambio, si la fiesta era íntima o no, podía invitarse por separado.
A las relaciones muy íntimas, podían agregarle a la invitación común unas líneas manuscritas, pero ninguna otra deferencia estaba permitida.
El no envío de la invitación significaba que la nueva pareja no deseaba cultivar tal amistad. De todas formas, se recomendaba averiguar discretamente si las tarjetas estaban perdidas en el ir y venir del cartero o si explícitamente no se recibiría ninguna.
Aquí un ejemplo de la fórmula de invitación para casamiento más usual y recomendada en la época:
Manuel Fernandez y señora participan a usted del enlace de su hijo Raúl Humberto con la señorita María Alejandra, y le invitan a presenciar la ceremonia nupcial que tendrá lugar el sábado 12 de febrero a la 1 p. m. en la iglesia de Nuestra Señora de la Merced.
Febrero de 19…