Cada vez son más las parejas que eligen una ceremonia simbólica. Independientemente de que antes o después hagan una ceremonia civil.
Estas bodas tienen un gran atractivo, porque permiten mucha más libertad que las bodas religiosas a la hora de su desarrollo. Se pueden llevar a cabo en cualquier lugar y no necesitan más permiso que de quien gestiona el sitio donde se celebran (finca, jardines, restaurantes, casas particulares, playas, etc.).
Pero para que la ceremonia simbólica sea perfecta, hay que tener en cuenta algunos puntos.
LA ESTRUCTURA
La ceremonia debe tener una estructura lógica y comprensible. Sería conveniente tener en cuenta un orden, como por ejemplo:
1. Bienvenida y acogida a los invitados. Tanto con unas palabras del oficiante como con música de entrada. La idea es que los invitados se sientan bienvenidos y partícipes de un momento importante para vosotros.
2. Explicación breve de la ceremonia que se va a realizar y el porqué. En las ceremonias tradicionales, civiles o religiosas, los asistentes saben qué es y qué significa lo que vais a hacer. Pero en una ceremonia simbólica es importante explicarlo. Cuando una pareja decide compartir con la comunidad (familia y amigos) su compromiso como pareja, es imprescindible que esa comunidad conozca la fórmula con la que sellarán ese compromiso.
3. Comienzo de la ceremonia en sí. Como cualquier ritual, tendrá su comienzo, su introducción.
4. Intervención de invitados importantes para los novios. Lo lógico en una ceremonia simbólica con la que se comparte con la comunidad ese compromiso de vida en común, es que una parte de esas personas que conforman la comunidad también participen. Es una forma de darle valor a ese ritual.
5. Intervención de los novios. Los verdaderos protagonistas. Puede ser mediante unos votos, unas intenciones, unas fórmulas que hayáis diseñado vosotros o que ya existan y os gusten... lo que vosotros decidáis.
6. Momento cumbre y simbólico del ritual. Es la forma en la que se plasma físicamente ese compromiso de pareja: utilizar vuestras velas para encender la luz de la unidad, mezclar arena para simbolizar la vida en común que comenzáis como pareja, intercambiaros unas rosas, unir vuestras manos con un nudo... lo que hayáis elegido, porque tiene simbolismo para vosotros.
7. Enhorabuena a los novios. El maestro de ceremonias debería felicitar a la pareja en nombre de todos los asistentes.
8. Gracias a los invitados. Es importante agradecer a los asistentes su asistencia al ritual que hayáis elegido, al fin y al cabo ellos también son partícipes de vuestra unión simbólica.
9. Despedida. Es el momento de dar por terminada la ceremonia de una forma clara, con palabras y con una música que acompañe la salida.
Esto es una estructura básica, pero cada uno puede elegir la que más os guste. El único requisito: que sea coherente.
DEBE TENER UN GUIÓN.
La espontaneidad está muy bien, pero que siempre surja de un orden. El guión nos aportará seguridad, tanto a nosotros como al oficiante. Y también es imprescindible para controlar la marcha de la ceremonia y su duración. Eso sí, no es bueno seguirlo al pie de la letra, también está bien dejar espacio a la emotividad y a sentido del humor espontáneo.
DEBE TENER UN SIGNIFICADO PARA VOSOTROS.
Elegir algo significativo que realmente les signifique algo, o diseñar algo a la medida suya.
DEBE SER COMPRENSIBLE PARA EL RESTO DE LOS INVITADOS.
Es imprescindible que los invitados, participantes necesarios de la ceremonia, entiendan lo que estáis haciendo.
DEBE SER EMOTIVA.
Algo como la celebración de un compromiso de dos personas de vivir en común, como pareja, debería destilar emoción y alegría.
DEBE TENER UN PUNTO DE HUMOR.
El humor elegante y oportuno es el contrapunto perfecto para la emoción de la que hablaba antes. Si la ceremonia acaba siendo una marea incontenible de lágrimas, puede acabar siendo empalagosa e incómoda para los asistentes (y para vosotros mismos).
NO DEBE SUPERAR LOS 30-40'.
Si la ceremonia es muy larga, puede llegar a hacerse tediosa, por muy bien planificada y ejecutada que esté. La atención de los seres humanos tiene un límite, así que es más inteligente no rebasarlo. Es mejor que nuestros invitados digan "qué corta se me ha hecho" al típico "pero esto no se acaba nunca...". Menos es más, siempre.
NO DEBE SUSTITUIR A UNA CEREMONIA RELIGIOSA.
A la hora de plantearos su diseño, es importante que no sustituya a una boda religiosa oficial. Para eso es mejor llevarla a cabo de la forma ortodoxa que marque cada religión, al fin y al cabo, son los profesionales de ese sector... Una ceremonia simbólica debe ser única e irrepetible, con vuestros propios simbolismos y rituales; no una versión original subtitulada de algo que ya existe.
DEBE CUIDARSE LA PUESTA EN ESCENA Y LA DECORACIÓN.
La representación de la ceremonia, su puesta en escena y su decoración son parte del propio ritual, no algo aparte; así que es necesario cuidarlas al máximo. Eso no significa gastarse mucho dinero, pero sí dedicarle tiempo y cariño.
DEBE SER PARTICIPATIVA.
Es necesario que los asistentes colaboren de algún modo en la ceremonia. Que hagan el papel de testigos y partícipes de ese compromiso.
IMPRESCINDIBLE: UN MAESTRO DE CEREMONIAS.
No es necesario que sea un profesional, puede ser un amigo o un familiar, pero es imprescindible que sea un buen comunicador. Debe tener ciertas cualidades: no tener miedo escénico, tener una buena voz, hablar de una forma comprensible, tener carisma, etc.
SE DEBE CUIDAR EL SONIDO.
Hay ocasiones en las que no es necesario un equipo de sonido, pero la mayoría de las veces hace falta un micrófono y unos altavoces, aunque sean básicos. Es importante tenerlo previsto cuando hay muchos invitados, en bodas de exterior, en lugares ruidosos...
DEBE CONTAR CON MÚSICA.
La música marca los momentos, los tiempos, sirve de impass, aviva la emoción, le da brillo a una intervención... en resumidas cuentas, es necesaria para cualquier ceremonia, mucho más si se trata de una boda simbólica.
Hay que tener en cuenta que la música apela a nuestro yo más profundo, así que permite generar un torrente de emociones sólo con una canción. Y eso es todo un recurso a la hora de darle fuerza ceremonia.
DEBE TENER UN SOPORTE FÍSICO.
Es imprescindible que el matrimonio se plasme de algún modo palpable. No sólo dará a la sensación de que es el momento en el que se sella la voluntad de vida en común, también será el momento álgido de la ceremonia. Una firma de actas, un intercambio de anillos o pulseras, velas, arena... lo que sea, pero que se pueda ver y tocar.
EL LÍMITE ES NUESTRA IMAGINACIÓN.
No hay que dejarse llevar por modas o por moldes establecidos, hay que crear nuestra propia ceremonia. Se puede partir de cero o ir haciendo copy and paste con distintas partes de otras ceremonias que nos gusten.
Boda Simbólica