Todo concluye al fin 🎵 dice una canción, pero no quiero concluirlo sin antes dejarles mi experiencia y recomendaciones de proveedores que hicieron que nuestro proceso de matrimonio haya sido sumamente disfrutable!
Todo arrancó el viernes 4 de marzo en el registro civil de Temperley. Me preparé en mi casa con mi actual marido y mi suegra. Me maquilló y peinó Silvi y Eli de Agencia de Belleza (estudio de belleza radicado en Temperley). Elegimos azul para los ojos porque mis zapatos eran celestes y la ropa del novio en tonos azules, todos elogiaron ese makeup.
La ceremonia del civil se retrasó unos minutos porque tuvimos que cambiar a mi testigo debido a la falta de constancia de vacunación. Más allá de ese altercado, el resto fue hermoso, ya desde ahí empezamos a disfrutar todo. Luego de firmar y aclararnos todas las condiciones legales, la jueza nos dedicó unas hermosas palabras. Sólo podían entrar 8 personas (incluidos fotografía y videografía) a la sala de matrimonio, pero tuvimos suerte de que en esa misma sala hay una ventana gigante y estaba abierta entonces todos los que fueron a acompañarnos pudieron ver el civil desde ahí, era como estar en un zoológico. También transmitimos el civil en un vivo de Instagram, entonces pudieron verlo todos aquellos que por cuestiones laborales no podían acercarse.
Post civil fuimos a un restaurante que se llama Recio, llevamos souvenirs de civil, algunas cositas para decorar y la torta con adorno. Sencillo pero todo lindo. El sábado siguiente fuimos a retirar el arreglo del altar de la decoración de la ceremonia y mi ramo de novia con los bouttoniers, todo hecho por Lidia Salgado, un servicio impecable e impresionante.
El 6 de marzo llegó la ceremonia religiosa y la fiesta. Arrancamos preparándonos en la casa de mis padres, yo lo hice con mi mamá, mi hermana y mi suegra, y Elías en nuestra casa. A las 11:50 horas pasó a buscarme junto a mi papá un auto antiguo Chevrolet del 48, para poder llegar a la quinta donde hacíamos la ceremonia religiosa.
La ceremonia fue emotiva, divertida e increíblemente, todas las palabras que nos dijeron era lo que necesitábamos escuchar. Un cuarteto de cuerdas, muy recomendable de Zona Sur, son "DLA cuerdas" tocó “Caresse sur L'Ocean” para la entrada del cortejo de nenes (lanzando burbujas) y Elías; “She” para el ingreso del cortejo de nenas, luego para mi ingreso la Marcha Nupcial con “La vida en rosa”; durante la ceremonia “Zarabanda” de Haendel, “Canon” de Pachelbel y, para nuestra salida, “Love of my life”.
Los invitados también disfrutaron mucho la ceremonia. Para la ceremonia había bolsitas de bienvenida con alcohol líquido, un barbijo, y pañuelitos descartables para el llanto. También colocamos abanicos y repelente, ya que era en una quinta.
Luego llegó la recepción, que estaba exquisita. Se hizo en los exteriores de la quinta, ya que para ese día había anunciado tormenta, pero Dios quiso que haya un solazo (desde 10 días previos nos la pasamos manifestando y rogando que iba a estar soleado, y así fue).
En la recepción colocamos unos juegos de kermesse hechos por nosotros, embocar el aro, tumbalatas, juego de cartas, el Uno, un Jenga donde también podían escribir mensajes, un espejo con vinilo para que se saquen fotos, un pallet con fotos de los invitados como seating plan, unos revolvedores con nuestros nombres, y algunos sobres por si los invitados querían dejarnos su regalo en efectivo allí.
Post a eso, ingresaron todos al salón, menos nosotros que lo hicimos reproduciendo un vídeo donde simulamos que vamos a ver una peli y aparecen escenas de amor de películas y series clásicas; luego empieza la escena de Avengers, donde se comienzan a abrir los portales y simulamos entrar a través de esos portales al salón. Los invitados tenían los rompecocos encendidos para nuestra entrada En la fiesta hubo mucha música, asado para carnívoros y canelones para los vegetarianos. También hicimos raspaditas y, quien la ganaba, se llevaba un set de picada. Para saber quién se ganaba el centro de mesa, había colocados “Golden tickets” (uno por mesa). Los centros de mesa y nombres eran: Mansedumbre, Templanza, Bondad, Gozo, Benignidad, Fe, Caridad, Paz y Tolerancia. Las servilletas eran personalizadas, junto con el menú, y se las podían llevar a su casa.
Colocamos badanas para las chicas. Para el ramo hicimos el juego con el candado para que quien abría el cofre se llevaba el ramo; Elías tiró 3 martillos de Thor en vez de tirar otra cosa. También entregamos lápices plantables para las mesas ganadoras de la animación de la fiesta. Para el vals bailamos el de Harry Potter, y luego un instrumental de La Bella y La Bestia.
Hubo niñera para los chicos y chicas. Tres invitadas se llevaron cactus como premio porque habían contestado perfecto una encuesta que hicimos previamente sobre nosotros a través de la página web; también nos sacamos fotos con un espejo mágico. En las puertas de los baños había fotos nuestras de pequeños. Para el carnaval carioca dimos una bolsa de friselina por grupo familiar o invitado con las cosas adentro, había todo luminoso e inflables de juguete como saxos, pianos, trompetas, micrófonos, macanas, espadas, etc.
Previo a irnos reproducimos el vídeo de fin de fiesta con fotos de ese día, y unas horas antes el cronológico que fue muy divertido. El souvenir era una tabla de picada (sin picada) con pinchos. También dimos un kit antiresaca al que lo llamé “Bodazepan” con té digestivo, Uvasal, café en sobre, Tafirol Forte, Ibuprofeno y, en algunos, colocamos unos sachets pequeños (tipo mayonesa) de crema facial.
La fiesta fue espectacular, todo surgió sin problemas, se disfrutó todo el tiempo, aún no podemos creer que haya sido nuestro casamiento después de tanto pensarlo y laburarlo. Sin duda los invitados son fundamentales, impresionante la onda que metieron. Es una satisfacción muy linda. Felices junto con mi marido de disfrutar el civil, la ceremonia, la fiesta, la luna de miel, ¡y nuestra actual vida como marido y mujer!