La historia de amor de Maki y Gato

Hola, soy Maki. En este momento de mi vida, me toca contarte la más bella historia de amor que viví… fui una chica de varias experiencias amorosas, por no decir una desafortunada en el amor. Porque ahora mirando para atrás te confieso que volvería a elegir todos y cada uno de los “hombres” que pasaron por mi vida, digo “hombres” porque hubo de tooodo tipo: estudiantes, profesionales, deportistas, paisanos, empleados, entre otros… más o menos morochos, más o menos jóvenes… más o menos fiesteros, pero ninguno podía domar a esta taurina rebelde y descreída del amor. La misma que siempre decía “yo NO me fijo en gente más petisa que yo” aclaro, mido 1.73 m y no soy nada chiquita.
La cuestión es que la vida fue tomando su curso, me crie en la ciudad de Tres Arroyos, provincia de Buenos Aires, me fui a estudiar a Mar del Plata, entre tantas idas y vueltas las historietas pasaban y vivían en la oscuridad de la noche y el sabor de los tragos… pero siempre rondaba el mismo pensamiento “todavía no conocí al hombre de mi vida, seguro que está en el interior del país”, pero no pasaba más allá de un pensamiento y la ilusión de las tonadas cordobesas… Así llego el día en que me recibí de Licencia en Química y logre cierto equilibrio conmigo misma, después de haber atravesado muchas tormentas (nunca olvidare la crisis de cumplir los 30 años, sin novio, sin título, sin casa, sin auto… apenas un lavarropa regalado). Cuando ya nada me ataba a mi bella Mar del Plata, una amiga me dice “porque no te anotas en el Balseiro, hay una maestría en la que aceptan químicos y es para vivir seis meses en Bariloche y seis en Mendoza”. Al principio fue una locura, “¿¡¡¡Qué voy hacer yo en ese lugar lleno de ñoños!!! una chica de ciudad, de la noche, de los amigos, de las jodas…?” Después meditando, pensé que no conocía ninguna de las dos ciudades, que sería una muy buena oportunidad en mi vida, total con anotarme no pierdo nada, en todo caso son ellos los que me dan el OK para ir. Finalmente ingrese a la maestría, me vine con todas las ganas de conocer gente, lugares y estar entregada al destino… a la semana de arrancar las clases, organice la primera salida a tomar cerveza con mis compañeros y ahí comenzó una bella historia de amor, la cual aún sigo escribiendo y me emociona recordar cómo empezó… Ahí estaba ÉL, el Gato, que muy estratégicamente se sentó frente mío, y sumándose a una charla genero un mal entendido…creyendo que yo le tiraba onda, lo primero que pensé …”pobre pibe, no tiene chances”, él habrá notado mi cara, que muy seguro me dijo “al final de cuatrimestre vos y yo hablamos” a lo cual ni lerda ni perezosa le conteste “vos y yo no tenemos nada de qué hablar, porque vos no vas a crecer más”, el Gato hoy es mi futuro marido y mide 1.63 m ¡¡Aparte de ser el más ñoño de la maestría!!¡¡¡Las salidas a tomar cerveza se hicieron el clásico de todos los viernes, en el semestre de Bariloche, en algunas estábamos los dos en otras no, pero siempre había un acercamiento entre él y yo, un chiste, un comentario, un piropo, siempre!!! Hasta que en una salida él falto por un cumple al cual yo no estaba invitada y ahí me pico el bichito, que me hizo dar cuenta que ese chico me interesaba más de lo simpático, buen compañero que todos destacaban de él. Hay miles de anécdotas que te podría contar de esos días, pero para no extenderme demasiado, vamos a esa noche, la noche después de rendir el primer examen de física, en el Balseiro. Después de los festejos él me acompaño a mi habitación y me dio el beso más dulce que me dieron en mi vida (se me llenan de lagrima los ojos, al recordarlo), desde ese entonces no nos separamos más……Y realmente así fue, empezaron los encuentros a escondidas de nuestros compañeros, los chats por Telegram, las miradas cómplices, las caricias disimuladas, las noches de poco dormir y los días más exigentes de estudio. Este último detalle fue uno de los impulsores a dar el primer paso de oficializar con nuestros compañeros, porque no nos daban más el cuerpo para seguir con esta relación a escondidas, con todo lo que eso implica. Con ese primer paso llegaron todos mis miedos, a enfrentarme al fantasma de la estatura que me persiguió toda mi vida…pero todo fluyo como cuando las cosas buenas fluyen, porque así era nuestro amor desde el primer día, amor del bueno, de ese que surge de lo más profundo de nuestros corazones. Desde el primer día nuestra relación tuvo siempre el pulgar para arriba, de todos los que nos conocían en el IB, de nuestros amigos de siempre, de nuestras flias. (salvo mi hermana, con sus súper celos). Ahora me rio, pero de mi parte todos y cada uno de los que se enteraban se encargaban de remarcar el detalle de que era más petiso que yo, hasta mi mamá. Pero nada me hizo cambiar mi manera de verlo, ya con ojos de enamorada. Puff, otro momento importante fue ese día, que no sabía que me pasaba, me sentía rara, hasta que me anime y le dije “creo que estoy enamorada de vos” y por primera vez en mi vida me desnude de esa manera con un hombre, a corazón abierto. Llego fin de año del 2017, y las clases se terminaron, cada uno a su casa, a reencontrarse con sus flias., su gente y a contarles de esta historia que recién empezaba, pero estaba llena de proyectos, como el próximo gran paso de la convivencia en la ciudad de Mendoza…. Como olvidar el primer día de supermercado en Blow Max, los primeros almuerzos, los primeros fines de semana completamente juntos, todo nuevo, todo lindo y sobre todo un desafío que los dos estábamos dispuestos apostar al menos por los seis meses en Mendoza, y si no funcionaba cada uno seguía por su parte al momento de hacer la tesis… Llego ese momento y no fue necesario replantearse nada, porque los dos seguíamos como el primer día, llenos de ganas de seguir viviendo juntos esta historia de amor.Empezaron los compromisos familiares, los eventos personales de cada uno y siempre ahí, los dos juntos y orgullosos el uno del otro… Hasta el día de la colación de la Maestría fue un momento único para nosotros, porqué ese evento presentaría oficialmente a las dos familias. Creemos que este amor es tan fuerte que nos dejó en Bariloche, para seguir creciendo juntos, los dos con trabajo, con proyectos profesionales, personales y en pareja. Y así fue de mí, de esa taurina vieja descreída del amor, la cual hoy siente y desea vivir TODO con ese Jujeño, criado en Santiago del Estero, recibido en Córdoba que mide unos 10 cm menos que yo y luce la más bella de las sonrisas…que todos los días elijo para compartir este camino de la vida, a los dos años de novio le propuse matrimonio, frente a sus hermanos y haciendo que su perrita salchicha le lleve los anillos… Hoy nos encontramos armando un nuevo sueño juntos, el día de nuestra boda… Y porque no hacerte participe de este momento único, con el retrato de este amor, en la Patagonia, que nos encontró y unió para siempre…
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