El pasado 1 de mayo, Joe Jonas y Sophie Turner se casaron por sorpresa en una divertida ceremonia que tuvo lugar en Las Vegas. (Acá les dejo el debate >>> ¿Te casarías en las Vegas como Sophie Turner Y Joe Jonas?)
Ahora, la pareja ha vuelto a darse el 'sí, quiero', aunque esta vez en un lugar muy distinto: un espectacular castillo del sur de Francia donde han estado rodeados de sus familiares y amigos más íntimos.
El Chateau de Tourreau, que se encuentra en la población de Sarrians, fue el lugar elegido por la pareja para celebrar su segunda boda.
No hay muchas fotos pero les dejo lo que hay...
Tras su boda sorpresa en Las Vegas, muchos de sus fans se preguntaron por qué habían decidido adelantar sus planes, cuando estaba previsto que se casaran este verano en Francia. El motivo tenía una explicación muy sencilla y es que, tal y como confirmó en exclusiva una fuente a la revista People: "Tuvieron que casarse en Estados Unidos para que su matrimonio fuera legal, pero la boda se celebrará en Europa". Por eso, la boda del cantante y la actriz en tierras francesas ha tenido más que nada un carácter simbólico, ya que oficialmente ya estaban casados.
EL VESTIDO
La actriz ha sido fiel a su originalidad al lucir en su boda con Joe Jonas un exclusivo diseño francés que fusiona tradición y vanguardismo.El diseño plasmaba a la perfección esa estética tan futurista y rompedora propia del artista y la actriz pero la adaptaba para que no contrastara excesivamente con la moda nupcial más tradicional. Logrando a la perfección ese equilibrio, Sophie lució un vestido de escote en 'V', falsa manga larga combinada con detalles de encaje y abertura trasera que contaba con una voluminosa falda en línea 'A'. Estaba confeccionado en una mezcla de tul y seda, pero añadía detalles con efecto de piel, como los hombros o el fajín que enmarcaba su cintura.Con el objetivo de conseguir mayor volumen, añadía una sobrefalda que también hacía las veces de cola, y estaba confeccionado en seda gazar, un tejido con estructura que poseía motivos brocados y detalles de pedrería que aportaba más cuerpo. Para crear este delicado patrón, en el que se dieron 650.000 puntadas, fueron necesarias 75 horas de trabajo digital previo. Posteriormente, fue bordado utilizando 90 agujas e hilos de distintos grosores, con los que más de 10 artesanos trabajaron un total de 1.050 horas.
El resultado final fue un vestido que tardó 350 horas solo en ser unido mediante las distintas piezas. La británica remató con un velo corto realizado a mano en el que se emplearon 48 horas, salpicado con delicados bordados de efecto degradado que finalizaban en un bajo de encaje. Lo lució directamente sobre su melena suelta peinada con ondas ligeras y raya al medio, sin tocados o mayores articificios, puesto que prefirió optar por un look de belleza muy natural.
Qué les parece? A mi el vestido no me gustó la verdad...